En esta encantadora escena de cosecha, una familia vikinga está ocupada recogiendo el trigo dorado de su vasta granja. Los padres, con sonrisas en sus rostros, trabajan juntos mientras sus hijos ayudan felizmente, llevando racimos de trigo hacia el granero cercano. Alrededor de ellos, el paisaje está animado por la presencia de cabras juguetonas y gallinas curiosas, que corretean libremente por el campo. En el fondo, se ve el granero, sólido y acogedor, con montones de paja listos para ser almacenados. Es un día soleado y lleno de alegría, donde la naturaleza y el esfuerzo familiar se combinan en perfecta armonía.