En un amplio y colorido parque, un grupo de niños felices está volando sus cometas de vibrantes colores y patrones. El cielo se llena de estos preciosos artefactos que ondean suavemente con el viento, mientras abajo, el césped verde se extiende como una alfombra interminable. A su alrededor, los árboles recién florecidos simbolizan el comienzo de la primavera, con flores radiantes que añaden un toque de frescura al paisaje. En las ramas, pajaritos cantores acompañan la alegre escena con sus melodías, creando un ambiente perfecto para disfrutar del día al aire libre. Los niños ríen y corren, encantados por ver sus cometas bailar en el viento, en una escena que celebra la libertad y la belleza de la naturaleza.