En un rincón sereno al borde del lago, un grupo de patos ha decidido probar una rutina matutina de yoga. Uno de los patitos, con gran esfuerzo, intenta mantener la pose del árbol en una pierna, estirando sus alitas con orgullo y concentración. Mientras tanto, sus amigos observan con risitas y algún que otro graznido curioso, disfrutando del fresco aire y el reflejo brillante del agua. Este paisaje es perfecto para llenar de color con las tonalidades de un día soleado y lleno de risas.