En este colorido dibujo, nos encontramos con un bosque mágico de girasoles gigantes que se extienden hasta donde alcanza la vista. Cada girasol tiene una expresión única: algunos sonríen alegres, otros parecen sorprendidos, y hay quienes están pensativos, creando así un divertido laberinto de caras. Entre los tallos y las hojas verdes, una ardilla curiosa con una gran nuez entre las patas observa atentamente buscando el camino correcto para salir del laberinto. Este dibujo invita a sumergirse en un mundo de creatividad al llenar de colores cada flor y descubrir el sendero que tomará la ardillita.