En esta divertida escena de coloreo, un padre y su hijo disfrutan de una mágica noche de campamento en su propio jardín. Han armado una colorida carpa donde pasarán la noche. A su lado, una pequeña fogata crepita suavemente mientras ambos tuestan malvaviscos, esperando que queden doraditos y perfectos. Sobre ellos, un cielo despejado se llena de estrellas que brillan intensamente, añadiendo un toque especial a esta aventura hogareña. Los árboles que rodean el jardín se pintan con sombras suaves por la luz de la luna. Es una noche ideal para explorar el mundo desde el patio trasero, compartir risas y disfrutar de momentos especiales en familia.